Nuestro alumnado de 1º y 2º de ESO viajan a Canterbury, Inglaterra, para desarrollar un programa de inmersión lingüístico en inglés a través de Language Kingdom.

¡Ahí vamos, Canterbury!

Viernes 14 de abril: Llega el ansiado día. Despedimos a las familias con una mezcolanza de melancolía por dejarlos y una ilusión inmensa por la aventura que nos espera. Ya en Londres, las tierras inglesas nos reciben con lluvia. Parece que Inglaterra llora de alegría al recibirnos sabedora de nuestro entusiasmo por empaparnos de su lengua, su cultura y su historia.

Cuando llegamos a Canterbury, nuestros ojos se abren fascinados. Avanzamos con el corazón acelerado y una sonrisa plena por esta ciudad medieval que inspiró a Geoffrey Chaucer a escribir Los cuentos de Canterbury. En cuanto las ruedas del autobús se detienen, Chaucer College nos abre sus puertas y aquí empieza todo: Here we go, Canterbury!

Sábado 15 de abril: London is waiting for us! Dejamos Canterbury por unas horas y nos dirigimos a la capital a disfrutar de una visita guiada. A nuestra llegada a Londres, Inglaterra continúa emocionada y nos salpica de lluvia. Pronto nuestra sonrisa se amplía al acercarnos al barco que nos espera sobre el río Támesis. ¡Empieza el crucero! Partimos desde el embarcadero de Greenwich con destino a Westminster. Una vez a bordo, nos dirigimos a la parte de arriba porque como buenos asturianos la lluvia no nos asusta. Desde allí, surcamos las aguas del Támesis mientras atravesamos el corazón de Londres. Cámaras en mano, vamos dejando atrás la torre de Londres, ‘The London eye’, el puente de Londres…

En tierra firme, ‘El Big Ben’ suena para nosotros y nos unimos en una sonrisa cómplice de forasteros en una tierra extranjera que hoy, gracias a su hospitalidad, sentimos como nuestra. Hacia las doce, el encanto español seduce al sol que brilla con fuerza el resto del día. Una secuencia de lugares emblemáticos se despliega ante nosotros: Westminster, Saint James Park, Buckingham Palace, Leicester Square… De regreso a Canterbury, al cerrar los ojos, las imágenes de lo vivido se agolpan en nuestro recuerdo: las estatuas de William Shakespeare y Mary Poppins, las tiendas de Lego y M&M’s, y hasta el suave balanceo del barco sobre el Támesis. Sí, todavía sentimos el alma de Londres latiendo con nosotros. Por suerte, una cena deliciosa nos aguarda en Canterbury College, tanto que le granjea un sonoro aplauso al cocinero.

Domingo 16 de abril: Acompañados por el sol, nos dirigimos hacia uno de los castillos más grandes de Inglaterra: el Castillo de Dover (Kent). Abandonamos los autobuses y nos acercamos expectantes. Enseguida una fortaleza de aspecto indestructible y estructura medieval se eleva sobre nosotros. Desde su torre,  avistamos ¡tierras francesas! Dentro de sus muros, pasado y presente se difuminan. Entre escudos, espadas, armaduras, tronos y coronas todavía flotan intrigas y una sensación de peligro que desaparece con la valentía que desprende el castillo. El poderío del Castillo de Dover reivindica su papel defensivo a lo largo de la historia. Estratégicamente ubicado en la parte más estrecha del Canal de la Mancha, sus túneles secretos fueron claves durante la Segunda Guerra Mundial, pues lograron evacuar a soldados franceses e ingleses ante el avance de las tropas alemanas. Sin duda, nunca olvidaremos nuestro recorrido por los túneles acompañados de la grabación de un soldado herido. El sufrimiento en su voz nos recuerda que, con independencia de quien gane, al final en una guerra perdemos todos.

Lunes 17 de abril: Después de una mañana de formación intensiva y dinámica, nuestro destino es la Catedral de Canterbury. De la mano del entusiasmo, nos dirigimos al centro de una ciudad que fue lugar de peregrinación y cuyos ‘Cuentos’ inauguraron la literatura inglesa. Rebasamos  Westgate Garden, un precioso jardín atravesado por un pequeño río; la estatua de Geoffrey Chaucer y llegamos a la catedral. ¡Guau!, eso la describe. Con razón fue nombrada patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. Su estilo gótico perpendicular y sus espectaculares vidrieras nos hacen abrir los ojos hasta las cejas. No los abrimos menos al ver la Trinity Chapel o las tumbas de Edward Plantagenet (el Príncipe Negro) o Thomas Beckett. Después de unas compras en la ciudad que vio nacer a Orlando Bloom, regresamos saboreando nuestra experiencia.

Martes 18 de abril: Hoy la formación es la protagonista. La jornada se vuelca en un proyecto que se desarrolla en las inmediaciones del campus universitario. El esfuerzo de los alumnos se ve recompensado con la consecución de un diploma acreditativo y un vigoroso aplauso por parte de todos.

Sí, el viaje ha estado vertebrado por visitas culturales y una sólida formación, pero… ¡eso no ha sido todo! Una variedad de actividades lúdicas han clausurado cada jornada, y nuestros chicos se han disfrazado, bailado y disfrutado de momentos vibrantes cada tarde.

Miércoles 19 de abril: El regreso. La despedida.  Saboreamos nuestros últimos momentos en esta ciudad que nos ha invitado a descubrir rincones y monumentos llenos de historia. El astro rey se despierta temprano para despedirnos y le decimos un ‘hasta luego’ a una tierra que nos ha permitido dejar nuestra huella y que también ha dejado una impronta imborrable en cada uno de nosotros. Thanks, Canterbury for opening your doors to us. See you!

Esta experiencia no habría sido lo mismo sin la impecable profesionalidad y soporte de Language Kingdom y su equipo. David, Ángela y Sergio habéis sido los artífices de hacer que este viaje nos dibuje una sonrisa y viva para siempre en nuestro recuerdo: GRACIAS.